La guerra secreta en el Bidasoa. El comandante Troncoso (I)
De izquierda a derecha, en un circulo, el comandante Troncoso, el alcalde de Hondarribia y Francisco Sagarzazu el 4 de octubre de 1936, en la conmemoración de la ocupación de Irún el mes anterior.
El desarrollo de la
Guerra Civil en el Bidasoa dio origen a diversos hechos y sucesos que hemos ido
citando en sucesivos artículos de este blog lo mismo que la actuación de
determinados personajes. En esta ocasión queremos centrarnos en uno en
concreto, Julián Troncoso Sagredo, comandante militar de Hondarribia, al que ya
nos hemos referido en estas páginas, pero en esta ocasión nos vamos a centrar
en una faceta mas secreta de sus actividades durante la Guerra Civil y en la
posguerra.
En los primeros días
de Septiembre de 1936 las tropas sublevadas ocuparon Irún y Hondarribia,
nombraron al comandante Julián Troncoso Sagredo como comandante militar del
Bidasoa y depusieron a los ayuntamientos designado a una nueva
corporación. Hasta este punto todo se podía considerar “normal” y de
acuerdo con la lógica de las nuevas autoridades, pero pronto se puso de
manifiesto que Troncoso tenía otras ocupaciones además de las digamos
oficiales. El desarrollo de la Guerra Civil en el Bidasoa.
Julián Troncoso
Sagredo era un oficial de Caballería, nacido en Valladolid el 12 de noviembre
de 1895, que en 1920, fue trasladado a Marruecos donde formó parte del
Regimiento de Caballería Alcántara nº 14. Integrado en el mismo tomó parte en
los combates del “desastre de Annual” en julio de 1921. A consecuencia de los
mismos fue capturado el 3 de agosto de 1921 al rendirse la posición de Zeluan.
Dado inicialmente por muerto luego se supo que estaba preso en Axdir, donde
permaneció prisionero hasta el 27 de enero de 1923, cuando fue liberado junto
con otros oficiales prisioneros, y embarcado hacia Melilla en el vapor “Antonio
López”.
Tras ser puesto en
libertad se dirigió a Pamplona, de donde era natural su esposa Elena Cadena
Iraizoz, y donde permaneció destinado hasta 1931y el día 25 de abril
de «prometió por su honor este capitán servir bien y fielmente a la República, obedecer
sus leyes y defenderla con las armas». Posteriormente, en junio de 1931,
Troncoso se trasladó a Zaragoza donde permaneció hasta 1936.
Al comenzar la Guerra
Civil se sumó a la sublevación en Zaragoza y resultó herido en los combates que
se produjeron en la capital aragonesa. Convaleciente se trasladó a Pamplona y
de ahí a la localidad navarra de Garayoa. Mientras permanecía en dicho municipio
salió en busca de una partida de republicanos que pretendían cruzar la frontera
resultando nuevamente herido, esta vez en un muslo. El 6 de septiembre fue
nombrado comandante militar de Vera del Bidasoa, municipio en cuya cantera se
llevaron a cabo numerosas ejecuciones. El 10 de septiembre fue nombrado
comandante militar de Fuenterrabía, que había sido ocupada el 4 de septiembre
de 1936, y el día 12 ocupó el cargo de comandante militar de Irún y
Fuenterrabía.
El 23 de diciembre de
1936, mediante una orden de la Junta de Defensa Nacional, Julián Troncoso fue
nombrado «Jefe de los Servicios de Frontera del Norte de España con
jurisdicción en las provincias de Navarra y Guipúzcoa, teniendo a su cargo la
vigilancia con tropas de todos los Pirineos hasta Huesca; de las costas hasta
el frente de guerra y de los servicios de aduanas y de represión del
contrabando». Podemos decir que fue a partir de este momento cuando realmente
comenzó la labor del comandante Troncoso como agente encubierto franquista.
Tras el nombramiento
de Troncoso se dotó a a Comandancia de una oficina de prensa, un gabinete de
claves y uno de cartografía a la vez que se destacaron agentes de la misma en
Hendaya, San Juan de Luz, Bayona y La Rochelle. Pronto la Comandancia decidió pasar
a la acción contra el espionaje republicano y concretamente contra la «Red
Quintanilla». La actuación se concretó en la detención de una ciudadana
francesa, Jacqueline Desiret, casada con un pastelero de Hendaya llamado Alonso
y que colaboraba con la red de información republicana. Al parecer Desiret fue
atraída a España y detenida por los hombres de Troncoso en noviembre de 1936.
Uno de los principales
éxitos de Troncoso y sus hombres fue la captura del avión de «Air Pyrénées»,
una compañía aérea creada por el Gobierno vasco y que realizaba tres vuelos
diarios entre Biarritz y Bilbao trasladando correspondencia y enviados del Gobierno
vasco desde Francia. La operación contra la aerolínea vasca se llevó a cabo el
21 de junio de 1937, cuando se forzó el aterrizaje del avión en la playa de
Zarauz. Para llevar a cabo la captura del avión los servicios franquistas
contactaron con José Yanguas Yáñez, piloto que contaba con la confianza del
ejecutivo autónomo. El pasaje del vuelo estaba formado por Georges Rougé,
antiguo militar francés reconvertido en comerciante de pastas que supuestamente
se dirigía a Bilbao para negociar la compra de un partida por parte del
Gobierno vasco; el jefe de administración de la Consejería de Sanidad, y
secretario particular del consejero de Sanidad Alfredo Espinosa, Emilio
Urbierna; el funcionario del Gobierno vasco Eugenio Urgoiti; el mecánico Pablo
Martínez; el militar José Aguirre y el propio Consejero de Sanidad, el
republicano Alfredo Espinosa. Todo parece indicar que la captura del avión fue
una trampa ya que como se desprende de que en la playa de Zarauz se hubiese
balizado la zona del aterrizaje, se hubiesen retirado los toldos y se había
dado orden a los buques franquistas en la zona de no disparar contra el avión.
Tras la captura del
avión Espinosa y Aguirre fueron fusilados el 26 de junio de 1937 en Vitoria.
Eugenio Urgoiti y Emilio Ubierna fueron también condenados a muerte en el mismo
consejo de guerra que Espinosa pero sus penas fueron conmutadas. En 1942 Eugenio
Urgoiti seguía en el penal de Burgos y fue puesto en libertad en 1945 tras
pasar por los presidios de Cáceres y Bilbao. George Rougé fue puesto en
libertad debido a las gestiones diplomáticas del embajador Herbette y
desconocemos cuando fue puesto en libertad parte Emilio Ubierna. Indicar
también que en la captura del avión tomó parte también la Comandancia Militar
de Zarauz. Se da el caso curioso que en la misma, con motivo de la campaña de
Vizcaya, como narra William A. Christian en su estudio sobre las supuestas
apariciones marianas de Ezkioga durante la II República, se organizó una
sesión para intentar que los visionarios tuvieran una visión de por donde era
más fácil atacar el «Cinturón de Hierro» que protegía la capital vizcaína. Como
se puede ver los agentes franquistas recurrían a cualquier tipo de colaboración
para lograr sus objetivos. Pero la labor de los agentes de Troncoso no se
detuvo aquí y continuarán sus actuaciones, principalmente en territorio francés
como veremos.
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