La Transición Municipal en Hondarribia (1973-1979)- y IV
Como
hemos visto anteriormente, en diciembre de 1977 dimitió el Ayuntamiento de
Hondarribia, pero no fue hasta finales de marzo de 1978 cuando tomó posesión la
nueva Gestora Municipal integrada por trece miembros en representación de nueve
partidos y de la Asamblea de Jóvenes de Hondarribia. De todos modos, el
representante de esta última –Victor Alza- dimitió en mayo de 1978 alegando que
“el grupo político al que representa, últimamente, no lleva a cabo las
reuniones que él considera necesarias para obrar de acuerdo con sus criterios”.
La Comisión Gestora estuvo presidida por el nacionalista José Manuel Olascoaga y en el primer
pleno de la misma se acordó la creación y constitución de cuatro comisiones
informativas. Tras esto Olascoaga en euskera y Albizu en castellano, dieron
lectura a un texto en que informaban que la gestora estaba integrada por
aquellos partidos que fueron votados en las elecciones de junio de 1977 y
demandaban la celebración de elecciones municipales.
La gestora municipal de Hondarribia
se ocupó de la administración de la ciudad entre el 28 de marzo de 1978 y abril
de 1979, cuando se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas
en Hondarribia tras cuarenta y ocho años de las que tuvieron lugar en abril de
1931. La labor
de la Comisión Gestora fue fundamentalmente administrativa, sobre todo en
cuestiones de urbanismo, pero durante su gestión se tomaron algunas decisiones
de importancia como fueron la concesión de la licencia para construcción de una
villa en los terrenos de Lore-Artean, la autorización de viviendas en Villa
Glim y de primera ocupación de la primera fase de Iterlimen y los derribos de
Villa Beruete y del Hotel Carlos V. Durante la época de la gestora se aprobaron
numerosas licencias de construcción que en cierto modo comenzaron a suponer un
cambio importante en el panorama urbanístico de la ciudad.
También durante el periodo de vigencia de la
gestora tuvo lugar el referéndum para la aprobación del texto constitucional de
1978. En Hondarribia, siguiendo la tónica de Gipuzkoa, la abstención fue
elevada, cercana al 60% del censo electoral al apostar el PNV por la
abstención. De los votos emitidos más del 60% fueron favorables al texto
constitucional pero se produjo un 30% de votos negativos.
Casi de manera paralela se produjo la principal
controversia en el seno de la Comisión Gestora y ésta se produjo por la
cuestión de la constitución de la Comisión de Participación y Control de la
Gestora de Fuenterrabía. En el pleno del 15 de noviembre de 1978 se presentaron
las bases por las que se debía regir la misma y los aspectos más llamativos de
ésta eran que iba a estar compuesta por “sociedades, asociaciones y también
personas interesadas en la gestión municipal” y que contaría con unas amplias
prerrogativas para supervisar la actuación de la Gestora a través de una
comisión permanente y que gozaría de total autonomía con respecto al
Ayuntamiento, incluso en los futuros ayuntamientos que se formasen.
Esta propuesta, que tal como estaba planteada
podría crear un poder paralelo que fiscalizase la actuación municipal, generó
una áspera discusión en el seno de la Gestora. El presidente de la misma, el
nacionalista José Manuel Olascoaga opinó que no era necesaria la creación de la
misma y dio lectura al mismo texto que se leyó cuando se constituyó la Gestora
en marzo de 1978 aunque reconoció la necesidad de sistematizar la información
al público en general, para lo que solicitó que la Comisión de Cultura, Enseñanza,
Sanidad y Servicios Sociales, Juventud, Deporte y Tiempo libre estudiase el
tema. La mencionada comisión, la más amplia de las cuatro que se crearon al
formar la gestora, contaba con diez integrantes, dos del PNV y uno por cada uno
de los partidos que formaban la Gestora si bien en el momento de la discusión
tres miembros de la Gestora (Alza, Albizu y Errazqui) habían abandonado la
misma por lo que esta contaba con tan solo siete miembros; los dos jelkides, un
socialista, y los representantes del PTE, DCV, OIC y EIA. Por su parte Román
Rico, del PSE, solicitó que se votase punto por punto la propuesta y José Ramón
Emparan, representante de OIC que manifestó que era necesaria la discusión de
los apartados y la creación de la comisión.
Sometida a votación las propuestas la
presentada por Rico contó con los votos favorables de uno de los gestores del
PSE, y de los representantes de EIA y de OIC y el voto en contra del PNV, el
otro gestor del PSE y de los representantes de la DCV y de ANV. Las
explicaciones de voto dieron lugar a una dura respuesta por parte de los
gestores de ANV, DCV, PNV y Lapitz que acusaron a Emparan de llegar a la
conclusión de que no son partidarios de la comisión y exigieron a Emparan que
rectificase, tanto de manera pública como privada, a la vez que le indican “que
haga su campaña electoral como lo crea conveniente pero que no mezcle y menos
no falte a la verdad pues pensamos que pobre favor le está haciendo al pueblo
de Fuenterrabía, con dichas falsedades”.
Por su parte José Ramón Emparan respondió a las
acusaciones en el pleno de la gestora de 10 de enero de 1979. Tras acusar a los
gestores de difamarle acusó al presidente de abandonar la sala cuando estaba en
el uso de la palabra. Emparan se reafirmó en su opinión de que los gestores no
estaban a favor de la participación ciudadana y que sus posturas no eran
personales sino las de sus partidos.
Tras esta discusión, posiblemente la más seria
de todas las que se dieron en el seno de la gestora, ésta pareció entrar en una
fase de letargo. En el resto de los cuatro plenos más que celebró la Comisión
Gestora tan solo en el del 24 de enero
de 1979 se registró una propuesta de José
Ramón Emparan para la creación de una empresa municipal de construcción
para paliar el problema de la carestía de vivienda y los elevados precios de
ésta. La última sesión de la Comisión Gestora, celebrada el 19 de abril de 1979
fue presidida por José Ramón Emparan pero ante la escasa asistencia de gestores
tan solo se pudo aprobar el acta de la sesión anterior,
Dejando aparte la cuestión de la Comisión en la
sesión del 10 de enero de 1979 se aprobó el cambio de nombre de las calles más
relacionadas con el franquismo de modo que las calles Miguel Primo de Rivera,
José Calvo Sotelo, General Mola, Generalísimo Franco, Mártires de Guadalupe y
Crucero Baleares pasaron, por acuerdo unánime, a denominarse Fuoren Ibilbidea,
Gabarreru Ibiltokia, Erribera Ibiltokia, Baserritar Ibilbidea, Bidasoa
Ibiltokia, Jaizkibel Ibilbidea y Arrantzale Ibiltokia. También hay que recordar
que durante el período de actuación de la gestora se produjo uno de los tres
asesinatos terroristas que tuvieron lugar en Hondarribia. El 28 de agosto de
1978 fue asesinado Alfonso Estevas- Guilmain Muñoz, inspector jefe del Servicio
de Información de la comisaría de Irún por miembros de ETA-PM. Este hecho no
tuvo la menor repercusión en las actas municipales. También, en abril de 1979,
un artefacto de mediana potencia, destruyó el pequeño monumento que en la
localidad guipuzcoana de Fuenterrabía recordaba la muerte violenta de Jesús
María Zabala.
Mientas se desarrollaban estos acontecimientos
se habían convocado nuevas elecciones generales tras la aprobación de la
Constitución. En estas, celebradas el 1 de marzo de 1979, el PNV siguió siendo
el partido más votado en Hondarribia, con un 34% de los votos, pero el segundo
lugar lo ocupó la nueva formación de la izquierda abertzale, Herri Batasuna,
con un 17% de los votos situándose a continuación Euskadiko Ezkerra, UCD y el
PSOE.
Tras las elecciones generales llegó el turno de
las municipales, que se celebraron el 3 de abril de 1979. En Hondarribia
concurrieron cinco candidaturas. La del PNV, encabezada por Alfonso Oronoz y en
la que encontraron acomodo cinco de los gestores (los tres del PNV, más Lapitz
del PSE y Sanz de ANV), la coalición Hondarribia Ezker Batua, en la que se
integró el gestor de ESB Peio Errazquin con Enrique Lecuna como cabeza de
lista; la del PCE encabezada por Juan Pablo Landa y de la que formaba parte el actual
concejal del PSE-EE Josu Álvarez y finalmente la del PSE con el gestor Román
Rico a la cabeza.
Los resultados electorales arrojaron una
rotunda victoria del PNV con más del 50% de los votos lo que les supuso nueve
concejales. La segunda fuerza fue Hondarribiko Ezker Batua, con 6 concejales y
el 35% de los votos. El último partido en logar representación fue el PSE que
obtuvo dos concejales y el 13% de los votos. Con la elección del nacionalista Alfonso
Oronoz como alcalde de Hondarribia de puede dar por finalizado el proceso de la
transición municipal en la ciudad y comenzó un periodo de predominio jelkide al
nivel municipal que se prolongó hasta 2023, cuando el PNV perdió la mayoría
absoluta en el Ayuntamiento.
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