Los batallones de trabajadores en Hondarribia (y II)

 


Tras el final de la Guerra Civil el franquismo cambió su política con respecto a los prisioneros. Las comisiones de calificación fueron disueltas y a partir de enero de 1940 fueron las Cajas de Reclutas quienes se iban a encargar de depurar a los soldados comprendidos en los reemplazos de 1936 a 1941, en especial los nacidos entre 1918 y 1923 y que serían los encargados de formar los Batallones Disciplinarios de Soldado Trabajadores (BDS)T y en los que permanecerían el tiempo de servicio militar correspondiente a su reemplazo, lo que se llamó “la mili con Franco”, con independencia del tiempo que hubieran estado en filas.

Estos BDST fueron los encargados de llevar a cabo las fortificaciones en Gipuzkoa y en concreto la llamada “Línea P” en la inmediaciones de la frontera. Según la documentación que se conserva hemos podido localizar diez batallones en los que el número de presos ascendía a 4.887, de los cuales 730 estaban eran penados. Los batallones de penados se crearon en 1941 y estuvieron engrosados por aquellos que, perteneciendo a las quintas del 1936 a 1942, habían sido condenados pero se encontraban en libertad provisional. En uno de ellos, el 94, estuvo el futuro dirigente de CCOO Marcelino Camacho construyendo la carretera que une Lezo con el fuerte de Guadalupe, en el monte Jaizkibel. Desde Reus fue enviado a Lezo para trabajar en la carretera de Jaizkibel.

En el caso de los vecinos de Hondarribia la mayor parte de ellos pasaron por el campo de Reus, donde eran internados los que regresaban de Francia al final de la guerra, pero también hemos encontrado vecinos de Hondarribia presos en el campo de Miranda de Ebro. Aquellos que se encontraban en edad militar eran enviados a un BSDT como fue el caso de dos vecinos de Hondarribia que acabaron en BDST. El primero de ellos fue Juan Álvarez Tuñón. Vocal de la directiva de UGT local desde febrero de 1936. Álvarez fue acusado de haber realizado guardias en el fuerte y pasó a Francia en septiembre de 1936. Tras la caída de Barcelona pasó nuevamente a Francia de donde regresó el 5 de noviembre de 1940. A su regreso a España fue internado en el campo de concentración de Reus, donde tras ser clasificado fue enviado al Bon. Disciplinario Miguel de Unamuno de Madrid donde permaneció hasta el 3 de diciembre de 1940.

El otro hondarrabitarra fue Félix Oronoz Salaberria.Vecino de Hondarribia, donde nació en 1915, abandonó el municipio con veintiún años en compañía de su padre y de su hermana pequeña. Los informes que se conservan le conceptúan como nacionalista, pero sin llegar a formar parte de ninguna organización. Al parecer realizó funciones de peluquero para los presos del fuerte “a petición de éstos por ser conocido de ellos” tal como señala en junio de 1941 el servicio de información de Falange. En los primeros días de septiembre de 1936 pasó a Francia, donde permaneció hasta septiembre de 1939 en que regresó a España por la frontera de Irún. Tras su vuelta fue detenido y enviado al campo de concentración de San Pedro de Cardeña, donde permaneció hasta noviembre de 1939 y donde fue calificado como “emboscado”, calificación que debemos entender por ser del reemplazo de 1936 y no hacer formado en las filas del ejército franquista ni republicano. En noviembre fue trasferido al campo de Miranda de Ebro y de este al de Rota (Cádiz). En diciembre de 1939 se integró en el BDST nº 8 en el que permaneció hasta mayo de 1941 en que pasó al BDST nº 56 radicado en Algeciras. En octubre de 1941 fue enviado al hospital de Sevilla -acompañado de un soldado de escolta- lo que prueba que pese a lo que argumentaba el régimen, los integrantes de los batallones de trabajadores permanecían privados de libertad en los mismos. Lo cierto es que Félix Oronoz fue diagnosticado de miopía y declarado inútil para el servicio pero, sin embargo si se le consideró útil para servicios auxiliares lo que hizo que su permanencia en los batallones se prolongara hasta abril de 1942.


Un grupo destacado de los vecinos de Hondarribia que acabaron en los BDST lo fueron tras su regreso del exilio. Este fue el caso de aquellos que se encontraban en edad militar y cruzaron la frontera en dirección a Francia. Este fue el caso de Cándido Lecuona Echenique, Leandro Ormazábal Olaizola, Hilario Ortiz Barcina, Manuel Sagarzazu Olasagasti, Custodio Martínez Oronoz, Manuel Goicoechea Cucullo que abandonaron Hondarribia en septiembre de 1936. Todos regresaron en el último trimestre de 1939, tras acabar la Guerra Civil y comenzar la Segunda Guerra Mundial. A su regreso fueron enviados a BDST  lejos del País Vasco. Los únicos “soldados trabajadores” que hemos localizado en batallones radicados en Guipúzcoa fueron Hilario Ortiz Barcina, que en 1940 estaba en el Bon.137 con base en Rentería, y Claudio Ortiz Zavala, que perteneció a la UGT durante la II República y que fue enviado al BDST número 76 en mayo de 1940. Otros vecinos de Hondarribia fueron enviados a Marruecos, Este fue el caso de Manuel Goicoechea, que en 1939 estaba en un BB.TT en Larache. Leandro Ormazábal Olaizola, acusado de formar parte de las milicias en Guipúzcoa, tras regresar a España el 22 de septiembre de 1939 fue encarcelado en el campo de concentración de Irún y luego enviado a San Pedro de Cardeña. Desde este campo fue enviado al de Rota a finales de septiembre de 1939 y  formó parte de varios batallones.      

En el caso de Julio Eizaguirre Amantegui, que pasó a Francia desde Cataluña el 9 de febrero de 1939. A su regreso, en noviembre, fue enviado a Miranda de Ebro y de ahí, tras ser clasificado, al BDST nº 83 en el que permaneció hasta febrero de 1941 en que fue licenciado. En algunos casos, como ocurrió con Cándido Lecuona Echenique, afiliado al PSOE y a la UGT desde 1939, tras pasar por el batallón de trabajadores fue detenido y encarcelado cinco años. Tras salir de la cárcel formó parte de la organización socialista en Guipúzcoa. Fue nuevamente detenido, acusado de facilitar el paso clandestino de la frontera, y encarcelado durante catorce meses tas lo cual fue desterrado. En 1952, para eludir la represión, pasó el Bidasoa estableciéndose en Hendaya

Tras la derrota de Francia en junio de 1940 se produjo un nuevo regreso de refugiados desde Francia. En este caso hemos localizado a otros tres vecinos de Hondarribia. De ellos Enrique Olazabal Labandibar parece que no huyó en septiembre de 1936 sino que lo hizo posteriormente para evitar ser movilizado. A pesar de ello, al regresar de Francia en mayo de 1940, fue movilizado y enviado al BDST número 1 que se encontraba en Errazu. Los otros dos vecinos que regresaron en 1940 no tuvieron tanta suerte. José Luesma Joven, nacido en Zaragoza en 1907 y zapatero de profesión, formó parte del ejército republicano y pasó a Francia el 5 de febrero de 1939. Regresó en agosto de 1940 siendo detenido inmediatamente y trasladado al campo de concentración de Miranda de Ebro. Calificado como “desafecto” fue enviado en el mes de octubre el BDST nº 52 y luego al 169 hasta que fue liberado en abril de 1941 tras lo cual fijó su residencia en Hondarribia. También hemos podido documentar el caso de Jacinto Echeveste Tolosa, que un informe municipal situaba en 1943 en el BDST nº 75 acampado en Melilla.


Con estas páginas queremos rendir homenaje y recuerdo a aquellas personas que, bien en Hondarribia o en otros lugares, fueron obligados a trabajar de manera forzada en las obras y reparaciones puestas en marcha por el franquismo y en especial a aquellos vecinos de Hondarribia que fueron enviados a batallones de trabajadores durante la Guerra Civil o tras el final de la misma.

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