Ramón Pérez, el alcalde olvidado de Hondarribia

El periodo comprendido entre el final de la Dictadura de Primo de Rivera, en enero de 1930, y la ocupación de Hondarribia por los sublevados en septiembre de 1936 fue, posiblemente, el período más convulso de la vida municipal de la ciudad. Durante estos seis años la alcaldía fue ostentada por cinco personas; Floro Izaguirre durante la “Dictablanda” tras el cese de Sagarzazu y hasta enero de 1931; Daniel Martínez entre enero de 1931 y abril de 1932; Juan José Petit entre junio de 1932 y abril de 1934 con la interinidad nuevamente de Floro Izaguirre entre el cese de Martínez y el nombramiento de Petit y finalmente Manuel Canoura, desde mayo de 1934 hasta septiembre de 1936. Se da la circunstancia que Canoura, miembro del Partido Radical, permaneció en Hondarribia, y recibió, a los sublevados a la entrada de éstos en la ciudad. Sin embargo, el 10 de septiembre de 1936 le cesaron y nombraron en su lugar a Ángel Aseguinolaza como alcalde de Hondarribia. Manuel Canoura, a pesar de ello, siguió vinculado al Ayuntamiento al formar parte de la subcomisión de gobernación, sanidad y abastos de la que formó parte con Francisco Sagarzazu, regresado de Francia pocos días antes. Pero a pesar de todo lo dicho hubo todavía un sexto alcalde de Hondarribia que ha quedado en el olvido y que no fue otro que el concejal socialista Ramón Pérez Pérez.

El nombramiento de Ramón Pérez como alcalde se produjo en 1936 tras el nombramiento de José Antonio Aguirre como primero lehendakari del Gobierno Vasco en octubre de 1936. Aguirre fue elegido por los concejales que se encontraban en Vizcaya en esa fecha y pese a que no existe una relación de los votantes es posible que Ramón Pérez, como concejal electo perteneciente a uno de los partidos que integraban el Frente Popular, apoyase la elección de Aguirre tal como había indicado la coalición electoral a sus concejales. Tras la creación del Gobierno Vasco se trató de reconstruir la Diputación de Gipuzkoa y los ayuntamientos guipuzcoanos. Al encontrarse en Bilbao Ramón Pérez adscrito al Servicio Marítimo de Correo entre Bilbao y Bayona, fue nombrado alcalde de Hondarribia como acredita una ficha del Comité Central Socialista de Euzkadi lo que le convertía en el alcalde legítimo de la ciudad al ser un concejal elegido de manera democrática en abril de 1931.

Ramón Pérez Pérez nació en Pasajes el 12 de septiembre de 1903. Era hijo de Manuel Pérez Bazán, carabinero y natural de Molina Seca (León) y de Entropía Pérez Paris natural de Palencia. Disponemos de escasos datos biográficos de Ramón Pérez, pero sabemos que desde 1914 residía en Hondarribia posiblemente por el traslado de su padre que en 1921 ostentaba el grado de sargento de Carabineros. Ramón, con diecisiete años de edad, figuraba como empleado del casino. Su residencia era la casa “Francisca Enea”, en el barrio de Kosta (Minasoroeta, 11).

Casa Francisca Enea (Hondarribia)

Ramón Pérez formó parte de la UGT y de la Agrupación Socialista de Irún. En abril de 1931 formó parte de la denominada “Candidatura Popular”, una confluencia de republicanos y nacionalistas que se oponían a la política llevada a cabo por el alcalde durante la Dictadura de Primo de Rivera Francisco Sagarzazu que volvía a encabezar una candidatura electoral. El triunfo de la lista electoral popular hizo que Ramón Pérez Pérez, de veintiocho años de edad, se convirtió en uno de los ediles más jóvenes de la nueva corporación.

A partir de ese momento fue uno de los concejales más activos del consistorio. Tras ser elegido, y a instancias del Gobierno, los concejales se pronunciaron ideológicamente y Ramón Pérez se adscribió al socialismo, siendo el primer concejal de esta ideología en la ciudad. Durante la II República formó parte de las Comisiones de Gobernación, Obras, Fomento e Instrucción Público. En 1932 accedió al empleo de ordenanza de la Diputación de Gipuzkoa, lo que generó un dictamen de incompatibilidad entre sus funciones de concejal y las de empleado público impulsado por los concejales nacionalistas. A pesar de que el dictamen jurídico señaló, acogiéndose a una ley de la Restauración, que era incompatible el ostentar un empleo público y ser concejal, Ramón Pérez continuó en el cargo. Las razones que pudieron llevar a los nacionalistas a impulsar esta iniciativa pudo ser que Ramón Pérez fue uno de los principales oponentes a Daniel Martínez, el alcalde nombrado antes de la proclamación de la II República y que permaneció en el cargo tras la llegada del nuevo régimen, y que se definió políticamente como “republicano-nacionalista”. Martínez, que se ausentaba con frecuencia de la alcaldía para atender sus negocios en Burdeos, fue finalmente cesado por el Gobernador civil en abril de 1932.

El concejal socialista también fue objeto de una dura campaña por parte del corresponsal del diario nacionalista “El Día”. Con el seudónimo de “Eguzki” acusó a Pérez de haber ocultado su filiación socialista y de no saber euskera, requisito para el cargo que ostentaba en la Diputación además se de ser incompatible con el cargo municipal. La respuesta de Pérez fue que comunicó su incompatibilidad, como acreditan documentos del Archivo Municipal, y señala que la Candidatura Popular fue elaborada por Daniel Martínez quien conocía si filiación.

El concejal socialista intervino en casi todas las cuestiones destacadas en del Ayuntamiento republicano. Apoyó el proyecto de Autonomía del País Vasco elaborado en 1931 y renunció a su cargo en el verano del 1934 a consecuencia del conflicto de los ayuntamientos vascos conocido como la “Guerra del Vino”. Junto a Pérez dimitieron los nacionalistas Pedro García, Juan Garmendia, Angel Urrutia, y Anselmo Salaberría, Juan Tellería y Francisco Sagarzazu, en otra pirueta más de su vida política.

Durante la II República el “Comité Local de Obreros en Paro Forzoso” fue un grupo de presión importante. La pretensión de éstos era participar en la reparación de la carretera del faro, dañada desde 1932 por inclemencias meteorológicas. La propuesta no prosperó debido a que el Ayuntamiento, pese a que el concejal socialista Ramón Pérez se mostró favorable a la misma, se encontraba sumido en una profunda crisis económica que no hacía viable el apoyar la iniciativa. Tras la victoria electoral del Frente Popular, en febrero de 1936, los concejales que habían dimitido en 1934 volvieron a sus cargos y Pérez continuó apoyando a los obreros en paro de Hondarribia.

Al comenzar la Guerra Civil la actividad municipal fue sustituida por un Comité de Defensa de la República integrado por varias comisarías pasando a formar parte Ramón Pérez de la Comisaría de Guerra junto con Juan Sobier Poit, Salvador Jáuregui Lapitz (IR) , Pedro de Cea Rebolleda  (UGT), Ramón Pérez Pérez. Como integrante de la Comisaría de Guerra, Ramón Pérez tuvo un papel destacado en la Guerra Civil en Hondarribia. A él le correspondió entrevistarse con el capitán Grajera -comandante del Fuerte de Guadalupe- para tantear su posición ante los acontecimientos que se estaban desarrollando. En el transcurso de esta entrevista Grajera fue detenido y Pérez, al frente de unos ciento cincuenta milicianos procedentes de Irún y Hondarribia, se hizo con el control del fuerte ante la pasividad de la guarnición.

Cuando las tropas sublevadas se acercaron a Hondarribia, Ramón Pérez, al igual que gran parte de la población abandonó la ciudad pasando a Francia. A partir de este momento es algo más difícil seguir el rastro del concejal socialista. Como ya hemos mencionado anteriormente, a primeros de enero de 1937 se le puede localizar en Bilbao como integrante del Servicio Marítimo de Correo entre Bilbao y Bayona, del que formaron parte los buques “Galerna” y “Galdames” capturados por los franquistas en el mar. En el primero de ellos se trasladaba a Bilbao el sacerdote y propagandista nacionalista José Ariztimuño “Aitzol”, que fue fusilado en octubre de 1936 en Hernani. A bordo del Galdames fueron capturados los concejales de Irún Florencio Iracheta y Evaristo Larrañaga que fueron fusilados en Burgos en 1938.

Ante la ocupación de Bilbao por los franquistas el Gobierno Vasco elaboró una serie de listas de cargos públicos y de personas que debían ser evacuados por el riesgo que corrían si caían en manos de los sublevados. Entre las personas a evacuar se encontraba Ramón Pérez en su condición de alcalde de Hondarribia.

A partir de ese momento se pierde la pista del concejal socialista. Sabemos que llegó a Francia y al igual que muchos refugiados se trasladó a Toulouse. No sabemos si su estancia en Toulouse era para intentar pasar a Cataluña, como ocurrió con numerosos refugiados, o se iba a establecer en la ciudad francesa de manera definitiva. Algunos datos fragmentados, que necesitan ser confirmados, indican que murió en Toulouse pocos años después sin regresar a Hondarribia. Poco tiempo después Francisco Sagarzazu regresó a la alcaldía de Hondarribia para un segundo mandato que se prolongó hasta 1958. Ramón Pérez fue, por tanto, el único alcalde de Hondarribia que murió en el exilio y cuya memoria debemos recuperar como lo que fue; el último alcalde republicano de la ciudad.

Comentarios

  1. Hola,
    Soy nieto de Antonio de la Serna y de Conchita Jáuregui Lapitz, quienes murieron en el exilio en México. ¿Cómo te puedo contactar?
    Saludos,
    Rodrigo Pumarejo de la Serna

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