Victoriano de la Serna. Torero y veraneante en Hondarribia.
Quizás en otro momento haya que ocuparse con detenimiento
del toreo en Hondarribia, donde existió plaza de toros hasta las últimas
décadas del siglo XX, y de la importancia de ésta, teniendo que competir con plazas de mayor
solera como la “El Chofre” de San Sebastián y en la propia Guipúzcoa la de
Tolosa -como decían “la plaza más grande del mundo porque no se llenaba nunca”-
o Azpeitia. Señalar, solo como curiosidad, que el omnipresente Pedro Muguruza
fue el encargado de la reforma de la plaza de toros de Hondarribia en 1930.
Pero relacionando los toros y Hondarribia,
en esta ocasión el torero del que nos vamos a ocupar no es vasco. Nos referimos
a Victoriano de la Serna, cabeza de una dinastía de toreros de varias
generaciones, que nació en Sepúlveda (Segovia) en septiembre de 1908. De la
Serna fue uno de los toreros más destacados de los años treinta y tomó la
alternativa el 29 de octubre de 1931. De todos modos, su trayectoria es un poco
extraña, ya que se trata de un militar de carrera y médico, se licenció en 1933,
cuando ya se dedicaba al toreo. En los años siguientes fue uno de los toreros
más populares pese a que el 7 de agosto de 1932 sufrió una grave cogida en la
plaza de toros de San Sebastián. En los años siguientes toreó en numerosas
ocasiones. Durante la Guerra Civil fue médico militar en las filas del ejército
franquista. Ejerció en el hospital que se habilitó durante la guerra en el
Seminario Diocesano de Pamplona y que se llamó Hospital Alfonso Carlos. Se
retiró en 1940 pero en 1943 regresó a los ruedos retirándose definitivamente en
1944.
En 1938 el arquitecto Pedro Muguruza le diseñó una villa en el ensanche del Puntal, posiblemente el primer proyecto del arquitecto que se materializó en Hondarribia desde la proclamación de la II República. Muguruza diseñó para él un chalet situado en la esquina de la hoy Avenida del Bidasoa con los jardines de Ugarte. Se trataba de un edificio de una planta con un torreón en la esquina. Al parecer el diseño no fue del agrado de De la Serna y Muguruza realizó otro proyecto de un edificio con dos plantas. Esta segunda solución que planteó el arquitecto es la que se llevó a cabo. La casa constaba de sótano y planta baja, en lugar de dos plantas y sótano como se previó en el primer proyecto. En el segundo proyecto se mantuvo el torreón en la esquina izquierda de la vivienda. El proyecto generó una dura polémica entre el arquitecto municipal –y futuro alcalde- José Ángel Fernández de Casadevante. A pesar de ello la presión de Sagarzazu hizo el que el proyecto siguiese adelante en los términos propuestos por el arquitecto
Victoriano
de la Serna, como podemos ver, responde al modelo de turista que se pretendía
atraer a la Hondarribia del primer franquismo. Se trataba de un veraneante
perteneciente a la alta sociedad de la época, partidario del régimen (son
varios los personajes destacados de la época con villa en Hondarribia como José
Múgica Múgica -fundador de “El Diario Vasco” y ex alcalde de San Sebastián- o
el escritor antisemita y germanófilo Juan Pujol) y que buscaba contar con una
residencia representativa y realizada por el arquitecto de moda.
De todos modos la villa
sufrió numerosas transformaciones. En 1946 su nuevo propietario, Antonio García
Alegre amplió la villa con una segunda planta, En 1967 su propietaria reformó
su interior y que supuso el primer paso en la desaparición del proyecto de
Muguruza. Su lugar lo ocupa la actual Villa “Txingudi”
, situada en el lugar de la casa que para el torero Victoriano de la Serna
diseñó el arquitecto Pedro Muguruza. Víctor de la Serna murió en Almodóvar del
Campo en mayo de 1981.
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