Victoriano de la Serna. Torero y veraneante en Hondarribia.

Pedro Barruso Barés Hondarribia, como ciudad turística, trató de contar con una serie de atractivos, además de los paisajísticos y del clima, para atraer veraneantes o para entretener a los mismos. Está claro que lo que entendemos por ocio en la actualidad no es lo mismo que a finales del siglo XIX y principios del XX. Y también está claro que el perfil del turista de épocas pasadas es radicalmente diferente al actual. Eso explica que desde el consistorio se impulsasen iniciativas como la de dotar a la ciudad de un casino y de una plaza de toros. Estas fueron las concesiones, además de una casa de baños, que obtuvo el empresario Edouard Waldteurfeld en 1869. De todos modos estas concesiones no prosperaron. El casino lo puso en marcha Emile Dupressoir y la plaza de toros no se llegó a construir hasta 1892. Los toros, afición que tampoco cuenta en la actualidad con el predicamento de otras épocas a pesar de que ha contado con grandes figuras del toreo de origen vasco. Entre ellos...